El sector vitivinícola catalán responde a muchos de los objetivos de desarrollo sostenible a través de sus valores y acciones.
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Nuestros valores
Deslizar
Objetivos de desarrollo sostenible
Salud y bienestar
Agua limpia
y saneamiento
Energía asequible
y no contaminante
Trabajo decente y crecimiento económico
Industria, innovación y infraestructura
Producción y consumo responsables
Acción
por el clima
Vida de ecosistemas terrestres
Alianza para
lograr
objectivos
Sostenibilidad
Viticultura y vinos ecológicos
El 51,2% de las viñas de Cataluña ya se cultivan de manera ecológica, lo que posiciona a Cataluña como una región líder a nivel mundial en el cultivo ecológico. Esto se refleja en el informe de 2022 sobre la producción agraria del país, que también señala que la viña es el cultivo ecológico más desarrollado en el territorio.
Variedades autóctonas
Cada territorio tiene las variedades que mejor se adaptan a sus características, y algunas de ellas solo se cultivan en Cataluña, como es el caso del Xarel·lo en el Penedès.
Viticultura regenerativa
La viticultura regenerativa tiene como objetivo devolver la vida a los suelos imitando la naturaleza. Cuanta más biodiversidad haya en un suelo, mayor capacidad tendrá para capturar el CO2 atmosférico y mejorar la calidad de la viña y las uvas producidas. Esto ayuda a combatir el cambio climático y, al mismo tiempo, contribuye a aumentar la calidad de los vinos elaborados en estas viñas.
Sostenibilidad social
Tanto por su cuidado como por el laborioso proceso de elaboración del vino, se requiere una importante intervención humana, lo que lo convierte en un importante generador de empleo. Además, la viña es un cultivo de secano que se planta en lugares donde prácticamente no se puede establecer ningún otro cultivo. Estos dos hechos generan sinergias casi inexistentes en otros cultivos, destacando los valores, la tradición y la importancia del sector en Cataluña.
En cuanto a la representación en el PIB de Cataluña, el sector vitivinícola aporta casi el 2% del total, manteniendo y generando aproximadamente el 2% de los empleos a tiempo completo. Esto se traduce en más de 61,300 trabajadores en total, incluyendo los efectos directos, indirectos e inducidos.
Calidad
La apuesta del vino catalán por la calidad es el resultado de una tradición ligada a la máxima exigencia, certificada por los sellos de calidad más exigentes. Las 12 denominaciones de origen, junto con la denominación de Vinos d
Diversidad
Territorial
En Cataluña, la viña se cultiva desde el nivel del mar hasta los 1,700 metros de altura. Las 12 denominaciones de origen catalanas son un sello de garantía que permite al consumidor acceder a diferentes expresiones de un territorio diverso en variedades, suelos y tradición.
Varietal
Con 31 variedades blancas y 28 variedades negras autorizadas para su cultivo, en Cataluña conviven variedades tradicionalmente mediterráneas como la Garnacha con variedades ligadas al territorio como la Xarel·lo o el Trepat. A pesar de ello, las bodegas catalanas siguen investigando para recuperar variedades en peligro de extinción que otorguen aún más singularidad a los vinos catalanes.
Variedades de uva
Macabeu, Xarel·lo, Parellada, Garnatxa Blanca, Moscatell
VARIEDADES BLANCAS AUTORIZADAS
Garnatxa negra, Carinyena, Trepat, Sumoll, Garnatxa Peluda
VARIEDADES NEGRAS AUTORIZADAS
Climática
A pesar de ser un país pequeño, Cataluña tiene un clima muy diverso, desde el mediterráneo costero hasta el continental o de alta montaña. En todos estos tipos de climas se encuentra establecida la viña en menor o mayor medida, desde el nivel del mar en la costa del Empordà, el Penedès y el Tarragonés, hasta los 1,700 metros en la Cerdanya, siendo una de las viñas plantadas a mayor altitud en Europa.
Terroir
Desde las pizarras del Priorat hasta las tierras calcáreas y profundas del Penedès, en Cataluña encontramos una diversidad de suelos que hacen que nuestros vinos hablen de la tierra de la que provienen. Esta riqueza, junto con raíces profundas que buscan agua en el subsuelo, confieren a la viña catalana los matices que permiten viajar a través del territorio catalán con los 5 sentidos.
Tradición investigaciín e innovación
Los antecedentes
Los primeros vestigios de la presencia de la viña en Cataluña se remontan al siglo VII a.C. en el Penedès. Desde entonces y hasta ahora, diferentes civilizaciones han cultivado y mejorado la vid y la producción de vinos, lo que hace que la cultura y el conocimiento en todos los procesos que implica el proceso formen parte de nuestra cultura. Sin embargo, la tradición histórica no impide que el sector innove y utilice las nuevas técnicas y tecnologías para mejorar el producto.
Un primer ejemplo en la época moderna se encuentra en 1903 con la creación de las estaciones enológicas, espacios dedicados a la formación e investigación.
Los proyectos
Actualmente, se están llevando a cabo en las diferentes Denominaciones de Origen catalanas numerosos proyectos y acciones con el objetivo de mejorar la competitividad del sector vitivinícola catalán en los ámbitos de la sostenibilidad, digitalización y la creación de nuevos productos y servicios.
En el ámbito de la sostenibilidad, los principales ejes son la lucha contra el cambio climático, el aumento de la biodiversidad y la economía circular.
La digitalización es un elemento clave para mejorar la gestión de la viña y las bodegas. Tecnologías como la Inteligencia Artificial aplicada a los sistemas de apoyo a la toma de decisiones, la robótica en la viña y la bodega, o el blockchain son elementos en los que ya se está trabajando en diferentes pruebas piloto.
En cuanto a nuevos productos y servicios, se está trabajando en la recuperación de variedades autóctonas ancestrales, la reducción del grado alcohólico de los vinos o la creación de nuevas tipologías de envases.