La vendimia 2025 en Cataluña recupera volumen después de años de sequía

03/10/2025

10:57

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El Institut Català de la Vinya i el Vi (INCAVI) presenta los datos de vendimia 2025 en Cataluña, una vendimia que se encuentra prácticamente finalizada, y que confirma una clara recuperación del volumen de uva respecto a la campaña anterior. Después de algunos años marcados por una fuerte sequía en todo el territorio y la consecuente reducción de rendimientos, el sector vitivinícola catalán consolida una mejora generalizada de la producción.

En conjunto, el volumen de uva entrado en bodega ha aumentado un 38% en variedades blancas y un 19% en variedades negras respecto a la vendimia 2024. Esta recuperación, aun así, todavía sitúa la vendimia de este año por debajo de la media histórica (2013-2023): un 12% menos en blancas y un 34% menos en negras.

Entre las variedades blancas, destacan claramente:

  • Xarel·lo, Pansa blanca y Cartoixà, con un incremento superior al 60% respecto a 2024.
  • Parellada (+50%) y Chardonnay (+36%) también muestran un buen comportamiento.
    En conjunto, estas variedades superan ampliamente los volúmenes de la campaña pasada, especialmente en las zonas del Penedés y Alt Camp, donde la mejora de las condiciones meteorológicas y una mejor gestión hídrica han permitido una buena maduración.

Por lo que respecta a las variedades negras, se ha observado una evolución positiva en Merlot, Trepat y Pinot Noir, que presentan incrementos notables sobre los resultados de 2024, en línea con una progresiva recuperación de la viña después de los últimos años de fuerte estrés hídrico.

Distribución por Denominaciones de Origen

La DO Cava es la que más incrementa el volumen de uva entrado, con cerca de 198 millones de kilos de variedades blancas y 13,9 millones de negras, un aumento del 45% respecto al 2024. También crecen los volúmenes destinados a DO Catalunya, con 19,4 millones de kilos de blancas y 16,2 millones de negras, en ambos casos por encima de la campaña anterior.

Otras DO como Empordà, Conca de Barberá o Pla de Bages también presentan recuperaciones moderadas, aunque aún por debajo de la media de la década. En cambio, la DOQ Priorat muestra una disminución de la uva entrada, debido tanto a la sequía persistente, como al hecho que la campaña aún no está finalizada. Esta DO acostumbra a cerrar la vendimia avanzada el mes de octubre, especialmente en viñedos de maduración lenta.

Una cosecha de transición hacia la normalidad

La vendimia 2025 representa, pues, una cosecha de transición después de años muy difíciles. Aunque aún no se asumen los valores históricos, la recuperación es clara y generalizada. Las buenas condiciones meteorológicas de este verano -con precipitaciones puntuales y temperaturas moderadas-, junto a una gestión más eficiente del agua y la resiliencia del sector, han sido factores claros para asumir esta mejora.

Este incremento de producción permitirá a las bodegas disponer de una base más equilibrada de materia primera, manteniendo la apuesta por la calidad y la sostenibilidad que caracteriza la viticultura catalana.

El Barómetro del Consumo 2025 revela seis grandes oportunidades para el vino catalán

Por otro lado, en un momento de conjuntura especialmente sensible para el sector, INCAVI quiere acompañar a los agentes del mundo vitivinícola poniendo al su alcance la máxima información de la situación del mercado y consumo actuales, y presenta los datos del nuevo Barómetro del Consumo en Cataluña 2025. El estudio pone de manifiesto una tendencia clave: aunque el consumo de vino sigue a la baja, el ritmo de caída se ha desacelerado, abriendo un margen de oportunidad para el sector. El consumo semanal, que era del 21% el 2023, se sitúa ahora en el 19%.

El vino catalán continúa siendo valorado por su calidad, tradición y proximidad, pero aún hay desconocimiento sobre la procedencia —1 de cada 5 consumidores no sabe de donde es el vino que bebe, una cifra que llega al 25% entre los jóvenes. Ante este escenario, el barómetro identifica seis tipos de oportunidades para reforzar la relación entre el vino catalán y los consumidores:

  1. Capitalizar la proximidad y la sostenibilidad

El 40% de los consumidores valora la producción sostenible y 3 de cada 4 quieren envases reciclables o retornables. El vino catalán puede reforzar su relato como producto «bueno, cercano y responsable«, conectado con el paisaje y el territorio. Las etiquetas interactivas o códigos QR pueden ayudar a explicar esta historia.

2. Normalizar el vino fuera de las celebraciones

El vino aún se asocia a ocasiones especiales, pero 6 de cada 10 catalanes consideran atractivo tomarlo con tapas o aperitivos. Ofrecer formatos y momentos más informales puede abrir la puerta a nuevos hábitos de consumo cuotidianos.

3. Rejuvenecer la categoría

Los jóvenes continúan siendo el segmento más distante con el vino. Innovaciones como formatos más pequeños, cócteles con vino u opciones con menos graduación pueden revertirlo. De hecho, 1 de cada 4 catalanes bebería más vino si tuviera menos graduación, y un 40% de los jóvenes muestra un interés claro por estas opciones.

4. Simplificar la elección

Más de la mitad de los consumidores —especialmente mujeres y jóvenes— reconocen que escoger un vino les resulta complicado. El barómetro apunta a prescriptores digitales, apps y recomendaciones visuales sencillas como herramientas para guiar el consumidor y hacerlo sentir más seguro.

5. Potenciar la experiencia y el enoturísmo

El 72% de los catalanes muestra interés por actividades de enoturísmo, y el 42% ya ha hecho alguna. El vino catalán tiene aquí una puerta de entrada emocional: experiencias que combinen catas, gastronomía, paisaje y cultura pueden consolidar nuevos vínculos con el público.

6. Hacer el salto a lo digital

El recuerdo de campañas publicitarias sobre vino sube hasta el 48%, pero el gran reto es conectar con los canales donde está la nueva generación. Instagram y TikTok emergen como espacios clave para comunicar de forma más visual, cercana y experiencial, alejándose del tono solemne y técnico.

Un relato más cercano y contemporáneo

El barómetro concluye que la rendija de oportunidad no es solamente de consumo, sino también de percepción y narrativa. El vino catalán tiene una base sólida de valores —calidad, territorio y tradición—, pero tiene que ser capaz de expresarlos con un lenguaje más fresco, cuotidiano y accesible.

“El vino catalán puede recuperar terreno si se presenta como una experiencia cercana y responsable. Hace falta menos solemnidad y más emoción compartida», resume el informe.